El otro día hablaba con un amigo y le preguntaba sobre qué tema podía escribir. Me comentó sin dudarlo de las progres que hablan todo el día de follar y cuando se lo propones se les cierra el coño en el acto.
Por lo que he escrito podéis pensar que mi amigo es más feo que un twingo por detrás, pero nada más lejos de la realidad. Es un tipo ocurrente, limpio y nada feo según las mujeres con las que he hablado de él. Quizás la frase que mejor le define es nuero perfecto. Uno de esos que pueden repetir plato en casa de la suegra, de esos que si dice que bueno se llevan un tupper.
Señora solitaria preparándose la noche.
Entonces ¿Qué es lo que le impide a las progres tirárselo sin contemplación? La respuesta es nada. Nada a él ni a ningún otro. No lo hacen porque no lo hacen con ninguno.
Amigos solteros, de esos que se van a dormir tarde los jueves, que te cuentan que ahora se han creado varios subgrupos de féminas, los más numerosos son dos, las Kinder y las progres.
Furcia natural devorando frankfurts al vuelo sin manos, habilidad solo reservada a las maestras.
Las Kinder sorpresa, las llaman así porque cuando las abres descubres que tiene regalo sorpresa, un hijo de su anterior matrimonio. Siempre dicen que su marido era un hijo de Satán que no quiere saber nada de la pobre criatura. Por lo visto cuentan historias similares, dicen que eran maltratadas física o psicológicamente y que el juez les dio la razón en todo.
Son las ex mujeres de los tipos que os podéis encontrar por ahí borrachos perdidos con amigos de edad avanzada y que hablan de sus ex mujeres santiguándose y jurando que nunca estarán con una mujer una vez que haya salido el sol, que no les apetece ver salir volando a una señora en una escoba desde su habitación.
Recién divorciado sufriendo
El otro tipo son las folladoras progres, mujeres que pregonan que son como las mantis, que devoran hombres con la misma facilidad que se cambian de bragas, sin remordimientos ni compromiso. Por lo que me cuentan este tipo de mujeres a la hora de la verdad, cuando encuentran un tipo como el que os he contado, cuando llega el momento de demostrar el punto de puterío, me cuenta que se cierran en banda.
Yo por mi parte, estoy a punto de llegar a la elevación, al nirvana del matrimonio, al séptimo grado de la integridad y estabilidad matrimonial. Pensad que frecuentemente supero la prueba máxima del buen marido, aquella que solo los elegidos como yo pueden pasar sin temer a nada, el control total de mi cuerpo y mente se puede demostrar para orgullo de mi familia, especialmente de mi mujer.
La prueba máxima es llevar más de diez años casado, hablar en sueños y poder ir a dormir antes que mi mujer y levantarme más tarde sin tener miedo de lo que haya podido oír. Sin miedo a llamar a otra. Sin recurrir a trucos sucios, como llamar a todas las mujeres reina o cariño.
Me puede escuchar lo que quiera, que mi integridad no se verá quebrantada.
Hasta la semana que viene, mortales.
Ah! Y un beso cariño.
jueves, 11 de febrero de 2010
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Conozco a una de esas. Me tiene cierta confianza y como somos parientes lejanos (uf, es prima de la mujer de mi primo) me cuenta sus aventuras. No se come un turrón y porque no quiere. Es una cuarentona de muy buen ver, y que si quisiera tendría a uno diferente cada noche. Pero luego, a la hora de la verdad, les dice que no. Luego todo son remordimientos, que si esto, que si lo otro, que estaba buenísimo pero no me atreví ...
ResponderEliminarAdemás, entra en la categoría Kinder tb, lleva hijo de anterior experiencia. Son un caso sin remedio!!