Propósito

Abuela apagando su casa acojonadita.

El día treinta dejé de fumar. Ya llevo unos días y la cosa remite, pero me sale fuego por los ojos y me han crecido garras en las manos. Empecé el día treinta para evitar que esto sea un propósito de año nuevo de mierda, así tiene más posibilidades de éxito, parece que todas gracias a mi cabezonería.

De momento la Navidad ha sido lo de siempre, comer mucho, ver caras que solo ves una vez al año, seguir comiendo mucho, ir a tiendas petadas de gente, ver como no te toca la lotería , desear pegar a quien te diga mientras tengamos salud, lote de empresa con jamón de plástico, mensajes del móvil y mierdas por el estilo.

Quizás lo más destacable fue ver a mi cuñado con cara de pasmo mirando a Bisbal. La cosa no tendría demasiada gracia si no fuera porque el tipo es alemán y no lo había visto en su puta vida.
Yo le medio expliqué, pero no captaba demasiado, anda un poco justo de español y yo de inglés.

-Ese que va con peinado de muñeca de plástico es Bisbal, un capullo que salió de un concurso. Lleva esa camisa de camarero porque en fin de año solo pueden salir horteras, pero como le da algo de vergüenza la ha pintado de violeta. Mira, siempre hace lo mismo, baila como si se fuera a pelear con un primo gitano suyo, después dará tres vueltas, gritará y pegará una patada de la grulla de Kárate Kid.-

Padre de familia muy sospechoso planeando la celebración casera de la navidad. Se quita la camiseta para aprovechar el tiempo.

Vosotros lo veis normal, pero ¿Os imagináis el impacto que causa en un tipo de otro país ver un especial de fin de año como el de ayer?

El tipo no se qué coño pensaba mientras veía la caspa que llegó a salir de la tele. Vio a Sabrina enseñando una teta, la Pantoja, el Osborne y toda la morralla que salía cada año por la tele. Tengo muy presente que existe gente que solo trabaja para fin de año, por ejemplo, cruz y raya. Era curioso ver como intentaba descifrar la gracia de los martes y trece haciendo el gilipollas.
No sé si fue por el buen humor de dejar de fumar o por lo curioso de ver a un alemán flipando con el especial de fin de año, pero me puse a analizar el programa y llegué a una conclusión.

Mierda, mierda y más mierda.

No vi nada de gracioso en los putos martes y trece, no fue divertido ver a marta Sánchez, fue penoso ver bailar a Ana Torroja, sentí ganas de destrozar la tele, especialmente si ponían lo de las putas empanadillas. No todo era malo, estaban los Jackson Five antes de que Michael Jackson se volviera gilipollas y se veían algunas tetas, pero poco más. Me acordé de los que decían que los músicos de antes eran mejores. Si quitas a los cuatro de siempre, igual que ahora, mierda por un tubo.

Vi esperanza, me di cuenta de que por muy mal que vaya el futuro, nunca podrá ir tan mal como el pasado y el presente.

Después lo trasladé a todos los ámbitos de la vida. En la política, en lo social, en lo cultural, me di cuenta de que este año será mejor que el anterior por muchas razones.

En política será mejor porque es imposible cagarla más que en el 2009. Solo les quedaba a los políticos ir follándose a nuestras madres puerta por puerta.

Los sindicatos no lo pueden hacer peor, solo igual. Lo peor que pueden hacer es lo mismo que han hecho y seguir lamiéndole los bajos a Zapatero. Lo mejor desaparecer de la tierra o suicidarse en un programa del corazón. Igual se animan y hacen una huelga general para disimular que les han untado.

La tele seguirá siendo una mierda. Seguirán saliendo las ex mujeres de toreros y mierdas por el estilo. Campos, Ana Rosas y demás brujas seguirán saliendo por la tele.

Culé celebrando un año único.
Lo único que puede empeorar es el Barça. El único consuelo en un año para olvidar.
Feliz y sin duda mejor dos mil diez.