La isla

La isla de San Borondón.

Hace poco que mi hermano y yo empezamos a ver la serie de perdidos. Mientras la mirábamos, antes del sexto capítulo le dije a mi hermano que esa isla se movía seguro y que puede que desapareciera. Hoy he visto el capítulo que confirma mi teoría, pero lo que no le dije a mi hermano es que me consta que mucha gente cree o sabe (no lo tengo claro) que existe una isla así y que yo la había visto, o por lo menos me pareció verla.

Me explico.

Hace muchos años, estaba en una Isla haciendo lo mejor que se puede hacer en una isla: sentarse en la playa y mirar el mar. Estaba con unos amigos y vi tierra delante de la isla, en el horizonte. Vi una isla con sus tonos marrones y verdes a lo lejos. Si aquel día hubierais estado a mi lado, no dudaríais que lo que estabais viendo.

Allí es frecuente que en algunas playas se vea la isla de enfrente, pero no me cuadraba que donde estábamos se viera una, en teoría allí se tenía que ver el mar abierto.

Pregunte que isla era y me respondieron San Borondon. Me lo dijeron como el que te señala el final de una carretera y te dice que va a Andorra.

Pregunte.

-¿Que isla es esa? Nunca he oído hablar de ella-

-Ya- respondió el tipo sonriente, y volvió a callar.

-¿Has estado?-

-No. Ni yo ni nadie que conozca- respondió, parecía que se estaba quedando conmigo.

-¿Y eso?-

-Porque no se puede ir. Si te acercas a la isla se va alejando o directamente desaparece. Mucha gente lo ha intentado, pero nadie ha llegado, que yo sepa.

La cosa quedó ahí. Los canarios no son muy amigos de dar explicaciones de sus enigmas, y eso que tienen muchos.

Con los años salió internet y una de las primeras cosas que hice fue buscar San Borondón. Encontré fotos, las expediciones de gente que había ido a buscarla y mapas antiguos que la incluían como si fuera Mallorca. También vi que existen muchas islas por el estilo, puede que todas sean la misma. O dos o tres, o un efecto óptico cojonudo, quien sabe.

Quizás por eso me gusta más la serie de Lost. Ya de por si está muy bien, pero para mí tiene el añadido de que me recuerda tiempos en los que me pasaba muchas horas mirando al mar a ver si veía otra vez San Borondón.