El fin del mundo con fecha y todo

Friki y su ciber-coneja preparándose para el fin del mundo.

Siempre que hay elecciones americanas o de Papa, sale una señora que dice que ojalá que no salga un negro, porque eso será señal inequívoca de que se acaba el mundo.

Si le preguntas por qué, te contestara con cara de conspiradora porque lo dijo Nostradamus. Si le haces escribir Nostradamus, te hablará de Belén Esteban.

En serio, creo que Nostradamus fue el primer miembro del Ku Klux Clan de la historia. Puso lo del negro con resquemor, sin duda a su sobrina se la picó un negro.

Hay gente que no quiere que salga un negro en una posición de poder por el mero hecho de que un tipo que lleva muerto un porrón de años dijo que cuando salga un negro, se acaba el mundo.

Es muy fácil hacer una profecía cojonuda que posiblemente se cumpla.

“El tercer rey de España del tercer milenio, hará llorar a las mujeres cuando se queden viudas en la guerra contra el país que lleva tres estrellas en su bandera.”

A tomar por culo, di que no será verdad. Cuando llegue el día, reclama a los gusanos de mi tumba.

El evangelio según San Bill Murray.

Pero si existe una profecía gilipollas actualmente, es la del año 2012. Por lo visto el calendario maya, se acaba en el año 2012, por lo que se acabará el mundo. Hay peli y todo. Tócate los huevos.

Bien, pues tengo que daros una noticia malísima si creéis en estas cosas:

El calendario de mi trabajo acaba en el 2010. El último día está marcado en rojo, sin duda avisando de un meteorito que caerá en la tierra el 31 de Diciembre.

El calendario del taller de la esquina acaba en 2007, y hay una foto de una señora infectada con una pandemia que hace crecer las tetas más que la cabeza.

Con suerte, será el de los mayas, si no hay suerte, será el mío. El de los mecánicos, no creo.

Vamos a ver ¿Realmente hay gente que piensa que porque unos tipos que hacían calendarios dibujando cebollas y caracoles decidieron parar de dibujar meses en el 2012, se va a acabar el mundo? ¿Somos gilipollas?

En el calendario de los guanamínos el mundo se acaba en las olimpiadas de Yemen.

Conociendo sus descendientes, dejaron el calendario para sus tataranietos, se emborracharon y se fueron a bailar la versión de la época del reggaetón a ver si se tiraban a una Maya embuchada en sus tejanos de hoja de coca de medio metro.

Yo veo muy acertado creer en el calendario de unos tipos que murieron apuñalados por unos cuantos españoles borrachos con casco, que sacrificaban a seres humanos para que tuvieran cosechas cojonudas y lo más grande que habían hecho era una pirámide pequeña, ni siquiera consiguieron hacer un corte inglés.

Si queréis creer en algo seguro, creed en que si no pasa nada malo, en el dos mil doce igual que ahora, os tocará trabajar como todo hijo de vecina. Eso con suerte.