domingo, 13 de diciembre de 2009

Problemas informáticos

Ancianos peleando por unos gramos de coca.

Hace un tiempo en una empresa en la que trabajé, decidieron deshacerse del método tradicional para fichar a la entrada, la clásica hoja que era taladrada por un reloj. Se decidió adaptarse a los tiempos modernos y se ahorrarían que un tipo se pasara el día anotando en una base de datos todas las anomalías del proceso.

El método era simple, con un código personal se entraba en un menú, en el cual ponía varias opciones. Una de ellas era entradas y salidas, se iba a esa opción, enter, se marcaba el código, f10 y listos, con todos los pasos indicados en el programa para evitar problemas, solo era necesario leer.

En el momento de dar el paso, yo dije que iba a ser un nido de problemas para según qué gente. Me dijeron que si estaba insinuando si habría gente que no sería capaz de hacer eso. Yo dije que no lo insinuaba, que lo afirmaba y que me encantaría equivocarme, que sería una grata sorpresa. Se oyeron murmullos y se dio el paso.

La gente se dividió en dos grupos, los que eran capaces de hacerlo y una gran parte de los mayores de cincuenta.

El segundo grupo fue el más divertido, sobre todo cuando buscamos una solución al tema.

Modelos posando para un anuncio de Diesel.

Lo curioso de la gente que no tiene nociones de informática y edad avanzada es que dan por hecho que hay un atajo de teclado que se adapta exactamente a lo que ellos quieren. Por ejemplo, si quieres ir a la opción seleccionar, gama de colores, granate y con tolerancia 180, ellos creen que hay un truco estilo Ctl+r que lo hace, y que independientemente de la selección que quieran hacer y de la posición del ratón, lo hará, como leyéndoles la mente.

Una vez les hicimos entender que eso no era como un interruptor de la luz, les explicamos el proceso normal y ellos se negaron a comprender el significado de cada menú, ya que había muchas opciones como para leérselas.

Su idea de lo que era más fácil, fue memorizar todos los pasos a seguir para lo que querían hacer, era algo como 3-4-3-enter-código-F10-enter. El problema es que independientemente del submenú en el que se encontraran, tecleaban la combinación, con resultados impredecibles.

Abuela haciendo autoestop a cambio de sexo

Encontramos casos increíbles, como el de un tipo andaluz que se marcó con rotulador donde estaban las opciones que se debían marcar. En la pantalla, con dos cojones. Cuando se lo borramos exigió poder marcarlo en su teclado, cosa que aceptamos, aunque le insinuemos que utilizara como marcas las letras que ya estaban escritas en las teclas.

Años después, el tipo que corregía las fichas lo sigue haciendo, porque de los que no lo conseguían, solo la mitad logró hacerlo regularmente, el resto a día de hoy sigue pidiendo ayuda o cuando el programa está en otro submenú, dicen que el ordenador está roto.

No hay nada que hacer, es una causa perdida. Es la generación de los canales que se desprograman solos, de las teles que cambian el menú al alemán solas, de los videos que se dejan de ver porque se cambian opciones misteriosamente, los que arreglan teles con un golpe fuerte, los que desmontan un Dvd, sacan un chip, lo limpian y lo meten al revés. La generación del arregla eso, que la última vez que lo tocaste te lo cargaste, la generación antielectrónica.

Pero hay un grupo, que valoro. Los Jedis de la tercera edad, los dioses de la informática, que con sesenta años te escriben un blog, te retocan una foto y te envían un mensaje con el móvil. Son pocos, pero algunos superhombres han superado el bloqueo cerebral propio de su generación y utilizan un ordenador con normalidad.

Creo que viendo el gran esfuerzo que han hecho, ya que es evidente que su generación tiene dañada la parte del cerebro que toca esos temas (quien sabe si por exceso de carajillos), son capaces de levitar, borrar mentes con un gesto de muñeca, de parar el tiempo y dar una triple patada en el aire.

Desde aquí un abrazo a todo ser humano con más de sesenta capaz de abrir esta página y mediante la barra de desplazamiento lateral leer este post entero. Si son capaces de añadir un comentario, serán capaces de enviar un correo para que les pague una cerveza bien ganada.

3 comentarios:

  1. Siempre lo he pensado. Hay una frontera imaginaria en el cómputo generacional que separa a los que estuvieron antes y después de la televisión, antes y después de la informática y antes y después de las consolas y videojuegos, etc. Cada invento tecnológico va dejando en la estacada a la generación anterior.

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  2. Bueno, esto es como lo del chiste del Tpp-Ex de los de Lepe. Gente que no sabe ni sacar pasta del cajero la hay a cientos.

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  3. Fantástico! Me has recordado el cómo conseguí dejar de fichar.

    Un pobre infeliz que en paz descanse, Felipe por más señas, pretendía que yo fichara. Mis excusas eran de lo más variopinto, desde que había perdido la tarjeta, hasta que se había estropeado, pasando por el típico "me he olvidado". Pero él, inasequible al desaliento me daba nuevas tarjetas, y cada día lo tenía soplándome en el cogote.

    La dinámica era fácil. Pasar la tarjeta por el lector y apretar una letra gorda (E si entraba, S si salía).

    Mi última operativa de boycot fue equivocarme, y apretar la E cuando salía y viceversa, pero no siempre, con lo que sus listados eran un puto desastre. Cuando se quejó le dije que cambiaran el programa, y que él solito determinara si yo entraba o salía.

    Lo acojonante es que el tío insistió y consiguió que le cambiaran el programa pero para ese tiempo yo ya ni fichaba ni me perseguían. Gran labor de persistencia la mia.

    En recuerdo de Felipe, un buen hombre, que en gloria esté.

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