martes, 24 de noviembre de 2009

Siempre parece fácil al principio

Siempre acabo igual. Tengo un ciclo vital de un número concreto de años. Cada ciclo hago cosas que ya hice en el pasado, algunas positivas, otras no tanto.

Pertenezco a un pequeño grupúsculo de gente de inquietudes atípicas. Hemos hecho cosas curiosas, pequeñas y divertidas.

El otro día me levanté con una idea en mente, coger diez posts delos miles que he escrito en los cuatro o cinco blogs que he tenido, reescribirlos y que un actor haga diez monólogos. Después los montaré y los colgaré en la red. Creo que me decantaré por Vimeo y el obligado Youtube.

El otro día me crucé con el actor que siempre me pregunta si tengo algo en mente y que tenía en mente para hacer los monólogos. Le dije que no, que todavía no, pero que pronto. Es perfecto para lo que quiero hacer.

Dos días después hablaba con uno de mis socios de maldades, el que conoce desde actores consagrados hasta actrices porno pasando por músicos de todo tipo. Es el tipo de persona que si le dices que necesitarías a alguien que supiera hacer algo, te responde que no hay problema, que lo avisa. Es tan buen tipo que todos hacen lo que él les pide sin cobrar y acaban siendo tus amigos, que a su vez te preguntan de vez en cuando si tienes algo en mente, que la última vez fue divertido. Otros no los vuelves a ver, a veces te enteras de uno se va a trabajar en el Hobbit.

Después hablé con mi hermano, que siempre empieza diciendo que no, que es una locura y acaba viendo lógico lo que es ilógico para los demás antes de verlo.

Recuerdas que tienes un par de cámaras digitales en casa muertas de asco, que tienes todo lo que necesitas, pero hay cosas que no tienes y quedarían bien, las consigues y haces lo que querías. Es la hora de ir a buscar el foco, nuestra iluminación de toda la vida, un puto foco. Esperamos no fallar en el sonido como siempre.

Al final acabas con un porrón de gente, pasándotelo en grande, con tu mujer diciéndote que estás loco mientras grabas, pero acaba descojonada de risa en casa. Al final descubres que treinta mil personas se han reído con lo que has hecho, que no es poco. Es un Sant Jordi lleno. Algunos videos han pasado de las cien mil, un Nou Camp. Me gusta imaginar a un Nou Camp viendo nuestro video de mierda.

En eso estamos, en la fase de planificación, ya he convencido al que todo lo consigue y tengo medio engañado a mi hermano. El actor está esperando a que se me ocurra algo, no sabe que ya la están peinando.

No os vayáis demasiado lejos, que ya mismo pongo los fideos.

4 comentarios: