martes, 12 de enero de 2010

Ley


Zapajocker preparando una redada de chinos copia cd´s.

Definitivamente al gobierno se le ha ido la cabeza del todo. No contentos con mantener la crisis y con subir los impuestos, parecen decididos a crispar del todo a la gente creando una ley que puede ser incluida en el selecto grupo de las leyes más gilipollas de la historia.

A grandes rasgos la ley viene a capacitar a un comité para cerrar webs dándole mascado todo al juez, que solo tendrá firmar saltándose así la constitución a la torera.

Hay que ser extremadamente gilipollas para en una situación tan crítica como la que vivimos, meterse en estos berenjenales. Es como pegarle un tajo a un paciente y echarle sal y limón porque es lo mejor que se le puede hacer al paciente.

Lo que más me mosquea es que todo esto parece estar hecho con un extraño fin, porque si no, no se explica.

Coger a una guionista perroflauta de películas españolas de las de dormir con la tele encendida, hacerla ministra, crear una ley que satisface a cuatro momias y a tres empresarios caninos puteando a toda una generación, es una mala idea. Sobre todo cuando la ley es inútil de todas todas.

Pero amigos, yo tengo en exclusiva el motivo por el que Zapatero ha hecho todo esto.

Un diez de Marzo, Zapatero salía de un garito de salsa en medio del bosque cuando al pasar con un cruce de caminos se encontró con un tipo vestido con traje y capa. El individuo dijo llamarse Luis Cobos, le dio un cd de música clásica con base de New Order y le propuso un trato mientras Zapatero vomitaba mojitos apoyado en un árbol.

Le propuso ser presidente de España a cambio del sacrificio de siete vírgenes de ojos verdes o en su defecto enchufar a una ministra.

Zapatero aceptó, y días después varios sucesos colocaron a Zapatero en Moncloa ante el estupor del PP.
Japoneses de la Sony besándose. No viene a cuento, pero la foto es escabrosa.

Los años pasaron, al principio todo iba bien. Zapatero vivía en la abundancia, siempre aconsejado por una bruja que tenía de enlace con el maligno, una bruja que para disimular se dejaba la escoba en casa y se vestía como Paris Hilton peinándose como piolín. Ella le informaría cuando el maligno hiciera acto de presencia para cobrar deudas.

Cuando la bruja le dijo que era el momento de pagar, Zapatero dijo que no. La bruja descojonada de risa, le dijo que él había desencadenado lo que iba a pasar y que no podría rectificar en un par de años.

La crisis azotó el mundo y Zapatero no veía el día de que el diablo llegara con su ministra para enmendar el daño que había hecho a la humanidad.

Pasaron los años y Luis Cobos llegó a cobrar su deuda llevando a una perroflauta guionista convenientemente aseada para que fuera ministra. Zapatero aceptó sin dudarlo.

Poseído preparando la llegada del anticristo a Chiclana.

Al cabo de unos meses la enviada del infierno presentó la ley que convalidaba la falta de respeto a su señor. Zapatero se pasó por el culo la opinión pública, a los internautas y a quien hiciera falta. Una vez se cambie el himno de España por una zarzuela con base de los Milli Vanilli, el daño ya estaría hecho y España será la cuna del anticristo.

Hay que parar esto, en vuestras manos está…

1 comentario:

  1. hay que parar tantas cosas...lo siento, no ando de buen humor estos dias. La crisis nos está dando muy duro y tengo ansiedad porque ya no sé de donde sacar para las facturas. Y esta gente con sus gilipolleces...ahora la subida del IVA..que va a pasar?

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