miércoles, 10 de febrero de 2010

Momentos bíblicos (1)


Israel, año 20

-Ahora para que lo flipéis, voy a caminar por el agua- dijo Jesús haciendo una uve con los dedos a sus apóstoles. Eso iba a ser rizar el rizo. Todavía había gente amorrada a la fuente de vino y comiendo caviar beluga.

Los creyentes se pusieron en pié con sus tostadas y sus copas de crianza y gritaron

-Jesuuuuuus-

Jesús aplaudió, visiblemente perjudicado por el vino. A pesar de ser divino, se negaba a bajar los colocones con el poder celestial. Bebía tanto que se decía que en vez de sangre tenía vino, aunque cuando se emborrachaba se ponía la mar de simpático.

-Y no os lo perdáis, voy a hacer el moonwalker en el río-
-¿El qué?- se preguntaron todos
-Es igual, no sabéis lo que es, voy a caminar para atrás sin mojarme ¡Con dos cojones!-
-Jesuuus, jesuuuus- Aclamaron todos. Estaban acostumbrados a los numeritos especiales de Jesús al caer el sol.

Jesús se repeino, se hizo una coleta con una cinta, se arremango y se hizo un nudo en la túnica. Todos sus amigos se agacharon y empezaron a decir susurrando el nombre del mesías mientras tomaba impulso.

-Je-sus-je-sus-je-sus-

Jesús saludó con la mano, se pego un trago de vino y se echó el resto de la copa por la cabeza.
Salió corriendo, espoleado por los gritos de sus amigos y corrió por encima del agua. La ovación ensordecedora hizo acudir a curiosos a ver el espectáculo. Los apóstoles ofrecían vino y caviar a todo el mundo mientras del cielo empezó a sonar una canción que no se conocería hasta pasados casi dos mil años en un idioma imposible de entender entonces.

Jesús comenzó a caminar hacia delante, pero iba hacia atrás por encima del agua mientras los apóstoles imitaban el sonido de la canción que brotaba por todas partes.

-Bilijín, bilijín, bilijín-
Jesús siguió bailando mientras el ruido de la batería creaba ondas en el agua. Los apóstoles empezaban a asustarse, Jesús a veces no sabía cuando parar y algunos se acojonaban, en especial Judas que cada vez se cansaba antes de las gracias de Jesús.

Una voz se hizo en el cielo y la música se bajó, como cuando una canción de un lp se acaba. La voz dijo no sin cierto sentido del humor.

-Bájalo hijo, cojones, que ya es tarde-
-Vale pápa- dijo Jesús, que cayó al agua y volvió nadando con sus amigos a la fiesta.

(Continuará)

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