jueves, 4 de febrero de 2010

Super poderes inútiles

Conozco un tipo que tiene un don especial. Es capaz de emitir un graznido a un grupo de gente, siempre igual y vale para todos los nombres. Le da igual Pedro, Antonio, Juan, su graznido vale para todos. Lo mejor del caso es que cuando todos los que le conocemos lo oímos, sabemos si se dirige a nosotros, aunque el resto no sabe a quién va dirigido.

El otro día lo comentaba con un amigo y llegamos a la conclusión de que técnicamente es un súper-poder.

Inútil, cierto, pero súper-poder al fin y al cabo.

Los súper insanos, capaz de coger cáncer de piel en dos segundos. Solo pudieron hacerlo una vez.

Después nos preguntamos por qué jamás se habían creado comics de súper poderes inútiles y se nos ocurrieron varios ejemplos. El hombre capaz de convertir saliva en fanta, posiblemente jamás lo averiguaría, el hombre capaz de viajar un segundo en el tiempo solo hacia el futuro y no muy seguido, cosa más inútil imposible. El hombre capaz de convertirse en cebra, pero incapaz de convertirse en humano, una cebra cualquiera…

Existen infinitas posibilidades, llegamos a la conclusión de que para que un súper poder sea práctico, debe ser reversible, porque si no, es un engorro.

El chino del culo de seis megatones, capaz de convertir una bomba de piscina en atómica. Solo pudo hacerlo una vez. Aquí ya le escocía el culo con la radiación.

Pensábamos en el caso más famoso, La cosa de los cuatro fantásticos, hombre de piedra, duro como el granito, pero con muchos problemas, como el de no poder conservar el anonimato, no puede cambiar de forma y es tremendamente feo. Para más inri se liga a tías buenísimas y es físicamente imposible que se las tire, con una tita de piedra solo podría satisfacer a amantes del sado.

Hablábamos de que pasaría si a la antorcha humana le hubiera pasado lo mismo y llegamos a la conclusión de que habría muerto enseguida. Al estar siempre en llamas se lo tendría que haber comido todo frito y se le habría disparado el colesterol. Una mierda.

La súper Valkiria, capaz de envejecer cien años al coger una espada. Lamentablemente no había vuelta atrás. Que sepáis que estaba buenísima.

Hablando de súper poderes inútiles y tonterías por el estilo, pasamos los días, esperando una fiesta, un alto en el camino en un calendario que parece el desierto del Gobi sin un puto día de fiesta.

Pasando el tiempo, esperando que pase algo.

Quizás pronto.

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